Me encantan los bosques, tanto como mis muy buenos amigos en Cataluña, y no quiero perderlos.
También sé que me encanta Cataluña, y no quiero perderla.
También sé que me siento español y andaluz, pero también un poco murciano.
En estos tiempos en los que todos remarcan qué es lo que nos diferencia y separa, me gustaría reivindicar el derecho a recordar lo mucho y bueno que nos une.
Tiempos en los que una ardilla iría desde los bosques de Moratalla (Murcia) hasta los de Fagueda d'en Jordá sin poner una pata en el suelo. Tiempos en los que el otoño teñía de amarillo las hojas del bosque en todos los horizontes. ¿Puedes distinguirlos? ¿Cómo elegir uno de los dos?
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