Después de demasiados días de lluvia en los que no podía salir con Pablo y después de la lesión de final de enero, parece mentira que miremos con ilusión a la maratón del domingo. De momento, hemos disfrutado cada día carril bici arriba y abajo. Y, de verdad, con eso nos habría bastado. ¿Incertidumbres? Todas, cómo no podía ser de otra manera: si aguantarán las piernas, si Pablo estará bien si el tiempo aguantará, cómo haremos para llegar a tiempo,... Ya tenemos puestos los ojos fijos en la meta, pero lo que no podemos ni debemos olvidar es que lo importante es saber aprovechar lo que nos regala cada día. Y esto en nuestra vida nos da la vida. Todo es posible en Aquél que nos conforta.
¿Podremos revivir imágenes como ésta? Solo quedan cinco días para saberlo.Todo es posible.
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