Desde esta semana en el Senado español cada senador puede dirigirse a los demás hablando en cualquiera de las lenguas que se hablan en España (catalán, vasco, gallego,...). Es por esto que, desde esta semana, en el Senado se hace imprescindible y obligatoria la traducción simultánea.
Aunque todos conocemos el castellano, a partir de ahora, Sus Señorías pueden hablar con los demás en la lengua que quieran, aunque ello haga necesario la intervención de traductores.
Cada sesión (cada día) el uso de los "pinganillos" -la traducción simultánea- cuesta al Estado español (qué es el Estado, ¿no éramos todos los españoles? -soberanía nacional-) la nada despreciable cifra de 12.000 euros, que algunos justifican como el respeto al derecho a expresarse en la lengua que cada uno quiera.
Por mi parte, si es cierto que nos basamos en el principio de soberanía nacional, les recuerdo a Sus Señorías, que les pago para que nos administren, para que trabajen en favor nuestra y no para que se dediquen a discutir cosas inútiles (como de costumbre) y menos en "lenguas". Por mi parte, me gustaría que me devolviesen la parte que me corresponde de esos 12.000 euros.
Si quieren entenderse en "lenguas" me parece perfecto: pero que ellos paguen directamente los gastos ocasionados por ese capricho, como hago yo con los míos. Pero que, en todo caso, no me hagan pagarme a mí los suyos. ¿Quizás vendrán ellos a pagar el 4x4 con que estoy encaprichado? Pues aunque ellos estuvieran dispuestos a ello (¡genial!) yo me sigo reservando el derecho a no pagarles el suyo.
Y a tí, ¿qué te parece?
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