Delibes es un hombre sorprendente. Porque quizás, por desgracia, sea sorprendente que hoy día alguien prefiera lo sencillo teniendo al alcance de la mano lo complicado, sea sorprendente que alguien tenga suficiente aún teniendo al alcance de su mano mucho más.
Delibes nos muestra por su sinceridad, por su rontundidad, por su moralidad, por su integridad todo un modelo para nuestra sociedad. Quizás alguien mucho más cercano a una juventud que no lo aprecia mucho por el simple hecho de obligársela a leer su Camino en el Bachillerato.
¿Conocer a Delibes? Aún ahora -y por siempre- será posible echar un vistazo a su alma. Un hombre sencillo, se decía de sí mismo, tal vez tanto como sincero. Valgan estas frases como homenaje y resumen del pensamiento de aquel que ante todo, más que escritor o famoso fue sencilla y sinceramente un hombre.
Sobre la literatura:
Para escribir un buen libro no considero imprescindible conocer París ni haber leído el Quijote. Cervantes, cuando escribió el Quijote, aún no lo había leído.
Escribir para niños es un don, como la poesía, que no está al alcance de cualquiera.
Sobre la vida y la muerte:
Soy un hombre sencillo que ha vivido sencillamente
Permitamos que el tiempo venga a buscarnos en vez de luchar contra él
Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales.
Sobre el hombre, sobre el español:
Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.
Cuando a la gente le hacen falta músculos en los brazos le sobran en la lengua.
De lo que más hablan los españoles es de dinero.
Sobre la modernidad, sobre el progreso:
La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre pero ha enfriado su corazón
Sobre sí mismo:
Mi patria es la infancia.
Mi vida de escritor no sería como es si no se apoyase en un fondo moral inalterable. Ética y estética se han dado la mano en todos los aspectos de mi vida.
¿Verdad que después de leer estas frases suyas apetece leer mucho más sobre él
y de él? Quizás ese deseo nuestro, ese deseo de hacer válidas todas esas palabras suyas sea hoy nuestro mejor homenaje.
Delibes nos muestra por su sinceridad, por su rontundidad, por su moralidad, por su integridad todo un modelo para nuestra sociedad. Quizás alguien mucho más cercano a una juventud que no lo aprecia mucho por el simple hecho de obligársela a leer su Camino en el Bachillerato.
¿Conocer a Delibes? Aún ahora -y por siempre- será posible echar un vistazo a su alma. Un hombre sencillo, se decía de sí mismo, tal vez tanto como sincero. Valgan estas frases como homenaje y resumen del pensamiento de aquel que ante todo, más que escritor o famoso fue sencilla y sinceramente un hombre.
Sobre la literatura:
Para escribir un buen libro no considero imprescindible conocer París ni haber leído el Quijote. Cervantes, cuando escribió el Quijote, aún no lo había leído.
Escribir para niños es un don, como la poesía, que no está al alcance de cualquiera.
Sobre la vida y la muerte:
Soy un hombre sencillo que ha vivido sencillamente
Permitamos que el tiempo venga a buscarnos en vez de luchar contra él
Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales.
Sobre el hombre, sobre el español:
Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.
Cuando a la gente le hacen falta músculos en los brazos le sobran en la lengua.
De lo que más hablan los españoles es de dinero.
Sobre la modernidad, sobre el progreso:
La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre pero ha enfriado su corazón
Sobre sí mismo:
Mi patria es la infancia.
Mi vida de escritor no sería como es si no se apoyase en un fondo moral inalterable. Ética y estética se han dado la mano en todos los aspectos de mi vida.
¿Verdad que después de leer estas frases suyas apetece leer mucho más sobre él
y de él? Quizás ese deseo nuestro, ese deseo de hacer válidas todas esas palabras suyas sea hoy nuestro mejor homenaje.
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